Mauricio Pineda

Tengo la dicha de llamarle papá a este ser increíble. En quien he podido ver reflejadas las características de Dios como padre bueno.

Al ver que mi papá trabaja tan duro por darle lo mejor a sus hijas me ha demostrado que Dios siempre está obrando a nuestro favor. Pues Él nunca se olvida de traer lo mejor a la mesa. Sabe muy bien cuales son las necesidades de sus hijos y se encarga de saciarlos por completo.

También he visto que nunca renuncia a su papel como padre. Aunque ejerce como docente en una universidad, sirve en un ministerio y tiene sueños propios siempre nos ha puesto como su prioridad. Y lo mismo sucede con Dios. Su paternidad nos envuelve por completo. Jamás estará demasiado lejos, cansado u ocupado como para dejar de atender a sus hijos. Él siempre tendrá tiempo para escucharte y hacerte sentir amado.

Familia Pineda Benitez

Recuerdo que en mi cumpleaños número 15 recibí el mejor consejo de él: “Espero que sigas soñando con un gran futuro, que lo hagas cada día y que seas inconforme con tus logros, atesora las cosas que de verdad importan y tienen valor, las que se guardan en el cielo”. Ese día comprendí que siempre debía ir en busca de los tesoros del reino.

“ Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo…

…en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad." (Efesios 1:1,3)

La razón por la que Mauricio ha sido un gran papá es porque ha tenido una relación con el Padre de todos. Antes de ser padre fue un hijo de Dios. Aprendió a ser papá en la intimidad. Es por eso que ha impartido la paternidad de la mejor manera.